Nutrición adecuada de la mascota en la etapa de crecimiento
Un nuevo y pequeño integrante acaba de sumarse a la familia y su llegada concentra la atención de todos. Luego de consensuar la elección de un nombre, un lugar en la casa para este nuevo integrante y llevarlo al veterinario, lo siguiente es darle de comer un alimento balanceado de buena calidad para calmar su voraz apetito.
Al evaluar cuál es la dieta más adecuada para una mascota en crecimiento ya destetada deben considerarse varios aspectos.
En primer lugar, que estos animales tienen requerimientos nutricionales que son específicos de su etapa de crecimiento. Sus necesidades de energía y de nutrientes exceden las de cualquier otro período de la vida de un animal, excepto la lactación. Durante sus primeros meses, una mascota en crecimiento debe crecer y ganar peso diariamente debido al desarrollo de sus músculos, huesos y demás estructuras corporales.
Otro aspecto nutricional para tener presente en esta etapa es que la maduración y el fortalecimiento del sistema natural de defensa de una mascota en crecimiento, indispensable para su buena salud, también requieren del aporte de altos niveles de proteínas de buena calidad, vitaminas y minerales, entre otros nutrientes esenciales.
Crecimiento veloz
Si bien el periodo de crecimiento de una mascota dura varios meses hasta llegar a ser un individuo adulto, este proceso no se desarrolla de una manera uniforme.
La etapa de mayor velocidad de crecimiento tiene lugar durante los seis primeros meses de edad del cachorro o gatito. Tanto la velocidad como la duración del crecimiento presentan diferencias importantes entre razas caninas de diferentes tamaños corporales.
Los cachorros de razas pequeñas alcanzan la mitad de su peso adulto en sólo tres meses de vida. En cambio un cachorro de una raza de tamaño grande llegará a la mitad de su peso adulto recién entre los 5 a 6 meses de edad.
Mientras que en perros de razas pequeñas, de menos de 10 kilos de peso adulto, la etapa de cachorro dura entre 8 a 10 meses, en los ejemplares de razas de tamaño corporal grande, de más de 30 kilos de peso, este periodo de crecimiento se prolonga por lo menos hasta los 18 meses de edad. En tanto que en los gatos, la etapa de crecimiento termina a los 12 meses en todas las razas.
Todas estas particularidades fisiológicas deben tenerse presente para saber en qué momento es necesario cambiar la dieta de una mascota, pasando de un alimento balanceado para cachorros o gatitos a otro para perros o gatos adultos.
Crecimiento y nutrición
Para favorecer el normal desarrollo y evitar problemas de salud en una pequeña mascota, su alimentación debe cubrir de manera equilibrada todas las demandas nutricionales propias de esta etapa. En la actualidad, la mayoría de los balanceados comerciales tiene una línea de productos específicamente diseñados tanto para cachorros como para gatitos. Es importante tener en cuenta que la formulación de estos productos contempla el aporte de todos los nutrientes necesarios para esta etapa de la vida de una mascota por lo que no hace falta agregar suplementos a su dieta.
La forma más conveniente de alimentar a un perrito es por medio de raciones controladas: tres a cuatro pequeñas raciones por día hasta que el animal tenga entre cuatro y seis meses de edad y luego bajar a dos raciones diarias. Los gatitos, en cambio, deben tener una provisión permanente de alimento ya que acostumbran a consumir pequeñas raciones a lo largo todo el día y, en general, tienen una autorregulación eficiente de la cantidad de energía ingerida.
Durante esta etapa tanto el cachorro como el gatito suelen mordisquear, y a veces tragar, cuanto objeto tengan a su alcance. Por eso es muy importante tomar todas las precauciones posibles en el hogar para alejarlos de elementos que podrían dañarlos, como cables eléctricos o plásticos duros que podrían astillarse al ser mordidos.
Si por algún motivo decide cambiar de alimento balanceado es importante no hacerlo en forma abrupta sino gradualmente, respetando un periodo de transición de por lo menos 4 o 5 días donde el nuevo producto vaya mezclándose en proporciones crecientes con el viejo hasta reemplazarlo complemente. Este manejo nutricional contribuye a que la flora intestinal de la mascota se acostumbre a los ingredientes de la nueva dieta disminuyendo los riesgos de presentar problemas gastrointestinales.
Más allá de estas consideraciones generales, el asesoramiento veterinario es de gran ayuda para elegir en cada caso en particular cuál es el alimento balanceado y la ración más conveniente para el crecimiento saludable de un cachorro o un gatito.