Cambios en la dieta de los perros y gatos según la edad

Cómo varían los requerimientos nutricionales de las mascotas a medida que crecen. Recomendaciones para el manejo nutricional adecuado en cada etapa.
Así como el organismo de una mascota va cambiando con el paso de los años, lo mismo sucede con sus requerimientos nutricionales a lo largo de su vida.
Por esta razón, su dieta debe ir modificándose en cada etapa para ajustarse a estas distintas necesidades y cubrirlas en forma adecuada.
La línea de tiempo de la vida de un perro o un gato puede dividirse en tres etapas o estadios principales: crecimiento, adultez y envejecimiento o madurez, cada uno de ellas con requerimientos nutricionales diferentes. 

 

La dieta de las mascotas debe ajustarse a los cambios del organismo a lo largo de la vida

Crecimiento: nutrientes y energía

La gran demanda de nutrientes y de energía que tienen los cachorros y gatitos durante esta etapa excede las de cualquier otro periodo de su vida, excepto la lactancia. Luego del destete, y durante los primeros seis meses de vida, atraviesan por el periodo de mayor crecimiento corporal. La mayoría de las razas caninas alcanza el 50 por ciento de su peso adulto entre los cuatro a cinco primeros meses de vida, lo que constituye la primera etapa del crecimiento. A partir de ese momento, y debido a las amplias diferencias en el tamaño corporal que existen entre las distintas razas caninas, el periodo de crecimiento hasta la etapa adulta presenta diferencias de velocidad y de duración. Mientras que los cachorros de razas pequeñas y medianas (menos de 30 kg de peso corporal adulto) deben recibir una dieta específica para esta etapa hasta el año de vida, los de razas grandes y gigantes necesitan continuar con este esquema hasta cumplir al menos los 18 meses de edad. En los cachorros de estos tamaños también es muy importante regular el aporte calórico de la dieta para no apresurar el desarrollo a una velocidad de crecimiento máxima, que podría provocar trastornos osteoarticulares en perros de gran porte.

Los altos requerimientos calóricos de los cachorros y gatitos durante la primera etapa del crecimiento van disminuyendo a medida que crecen. Al alcanzar el 80 por ciento del peso corporal adulto necesitan solo un 20 por ciento más de energía que la requerida por el mismo ejemplar adulto. 

La demanda de proteínas de los cachorros y gatitos es más elevada que la de los adultos debido a la necesidad de contar con este nutriente esencial para formar parte de la estructura de los tejidos en desarrollo. Pero el aporte de proteínas no solo debe ser más elevado en cantidad sino también en calidad, o valor biológico. Es decir que la dieta de los cachorros y los gatitos debe contener proteínas altamente digestibles, mayormente de origen animal, que aporten todos los aminoácidos esenciales que requiere el organismo para su normal crecimiento y desarrollo. Algunas de las fuentes de mejor calidad nutricional en este sentido son el huevo entero en polvo, el plasma bovino y la carne o harina de pollo, entre otras.

El aporte de calcio y fósforo en la dieta del cachorro y el gatito es muy importante tanto en cantidad como en el balance adecuado entre ambos minerales. Más del 99 % del calcio corporal se encuentra en los huesos. Resulta fácil de comprender entonces que tanto la deficiencia, como el exceso de este mineral, sumado a una relación de aporte inadecuada respecto al fósforo, pueden causar trastornos óseos durante el crecimiento.

El ácido docosahexaenoico (DHA) cumple un rol muy importante en el desarrollo adecuado del cerebro y de la retina en los cachorros y gatitos, tanto en el último tercio de su gestación como en los primeros meses de vida. Luego del destete, el cerebro de los cachorros continúa desarrollándose todavía adquiriendo el 90 por ciento de su masa cerebral adulta recién a los 3 meses de edad. De allí la importancia de incluir DHA en la nutrición del perro en crecimiento ya que mejora su capacidad de aprendizaje, la memoria y la visión.

Para ayudar a prevenir posibles trastornos por sobrecarga digestiva, en particular en cachorros “glotones” con comportamiento alimentario avorazado, es conveniente repartir en el menos 3 a 4 tomas la administración de la ración diaria total.  


Adultos en mantenimiento: controlar las calorías

Al finalizar la etapa de crecimiento y llegar a la de adulto la mayoría de los perros y gatos entra en un estadio que normalmente se conoce como de mantenimiento. Esta calificación refiere a la de una mascota que tiene un cierto nivel de actividad física diaria, o que atraviesa un determinado estadio fisiológico, que no ameritan mayores exigencias nutricionales ni calóricas. Es decir, que no se trata de animales de trabajo, como por ejemplo perros que colaboran con las Fuerzas de Seguridad, en las tareas rurales o en la caza deportiva, entre otras. Tampoco se trata de machos reproductores en época de servicios ni de hembras en gestación o lactancia. Por esta razón, en las mascotas adultas en mantenimiento es muy importante controlar que no haya excesos en el consumo calórico diario para evitar los problemas de salud vinculados con el sobrepeso o la obesidad. En este sentido, la consulta con el veterinario es lo más conveniente para ajustar el tamaño de la ración de alimento en cada caso en particular.

Al no tener ya el organismo de la mascota adulta en mantenimiento la necesidad de las altas demandas nutricionales propias del desarrollo, los alimentos balanceados formulados para este estadio bajan el aporte de proteínas, grasa, vitaminas y minerales, en línea con las recomendaciones de organismos referentes en nutrición animal, como AAFCO, Fediaf o NRC.

En cuanto al manejo de la administración de alimento en perros en la etapa adulta, se recomienda que el fraccionamiento de la ración sea de dos tomas diarias.

Adultos en gestación y lactancia: los mayores requerimientos

Cuando la perra o la gata se encuentran en etapa reproductiva su manejo nutricional es totalmente distinto al del mantenimiento. La gestación, junto con la lactancia, constituyen los dos estadios fisiológicos que mayores requerimientos nutricionales demandan al organismo. Durante unas pocas semanas sus necesidades de proteínas aumentan hasta casi un 70 por ciento, las de energía se incrementan hasta el 60 por ciento en camadas grandes, lo mismo que las de calcio y fósforo. 

Para cubrir estas demandas tan importantes es conveniente que la alimentación de la madre provenga de  un balanceado con buena digestibilidad, de calidad super Premium o premium, con alta densidad energética y con el aporte equilibrado de todos los nutrientes esenciales. Por tal  motivo, la indicación de manejo nutricional en esta etapa de la hembra en gestación o lactancia es suministrarle balanceados formulados para cachorros o gatitos, según sea el caso. En cuanto a la forma de administración del alimento durante la lactancia se recomienda que sea a libre disponibilidad de la hembra, es decir, que consuma  la cantidad diaria de balanceado que su organismo requiera.  Salvo indicación veterinaria en particular, y siempre que se sigan las recomendaciones mencionadas, se desaconseja el uso de suplementos nutricionales en este estadio. 

Etapa madura: nutrición preventiva

A partir de los siete años de vida, aproximadamente, el organismo de los perros y gatos adultos comienza a presentar alteraciones propias de la edad madura o senior que ameritan un nuevo ajuste en su dieta para ayudar a reforzar su salud. 

La mayoría de las mascotas de esta edad disminuye la intensidad de su actividad física por lo que debe reducirse el aporte calórico diario para no fomentar el sobrepeso. Esta reducción energética contribuye también a prolongar la vida de las mascotas senior. Un estudio realizado en perros de raza Labrador Retriever a lo largo de toda su vida concluyó que aquellos animales que consumieron diariamente un 25 por ciento menos del mismo alimento respecto de sus compañeros control, del mismo género y edad pero que tenían una dieta a libre disponibilidad, aumentaron un 20 por ciento su longevidad respecto de estos últimos. 

 

Una dieta específica para las mascotas maduras puede ayudar a lograr una mejor calidad de vida en esta etapa

Como consecuencia del desgaste natural que ocurre en las articulaciones de las mascotas senior pueden presentarse cuadros de osteoartritis con manifestaciones de dolor y reducción de la movilidad.  Para no sobrecargar de peso las articulaciones dañadas y ayudar a recuperar la funcionalidad articular es conveniente entonces reducir el aporte calórico de la dieta.  La utilización de balanceados que aporten aditivos condroprotectores, como sulfato de condroitina, cloruro de glucosamina y manganeso orgánico resultan también de ayuda para el manejo nutricional de este problema. 

El aporte de proteínas en las dietas senior también debe ajustarse a los cambios de esa edad. Para compensar la pérdida de masa muscular propia de esta etapa es necesario aumentar el suministro de proteínas, pero estas deben ser de alto valor biológico y buena digestibilidad para no afectar el funcionamiento renal. 

El sistema cardiovascular de las mascotas en su etapa madura puede presentar señales de envejecimiento. Por esta razón el aporte adecuado en su dieta de nutrientes como taurina y L-carnitina, junto con la reducción del sodio y el refuerzo de ácidos grasos esenciales omega 3 contribuye a cuidar el corazón.

En la etapa madura la mayoría de los órganos de los perros y gatos se vuelven más vulnerables al daño celular. Las defensas inmunológicas comienzan a  ser menos eficaces en su función protectora, con mayor predisposición al desarrollo de infecciones y enfermedades autoinmunes. Para reforzar el sistema inmune de las mascotas mayores es importante que su dieta contenga agentes antioxidantes naturales como las vitaminas A, C y E, selenio orgánico, luteína, polifenoles, tocoferoles y ácidos grasos esenciales omega 3, entre otros.

El paso de los años también afecta a al sistema nervioso central de las mascotas, con deterioros a nivel neurológico que repercuten negativamente sobre distintas funciones como la memoria, la capacidad de atención, el aprendizaje y la coordinación de movimientos. El aporte de DHA a la dieta senior contribuye con el manejo nutricional de estos problemas propios de la edad.

A lo largo de su vida los perros y gatos van modificando sus requerimientos nutricionales. El cambio de la dieta, utilizando el tipo de alimento balanceado que se ajuste en forma más conveniente a las necesidades de cada etapa, resulta muy importante para ayudar a cuidar la salud y el bienestar de estas mascotas.  

 M.V. Julio Bernal

Dpto. Técnico GEPSA Petfoods