1. Salud protegida: tu perro debe recibir las vacunas, desparasitaciones y demás cuidados sanitarios que indique tu médica/o veterinaria/o. No solo durante la etapa de cachorro, sino también de adulto y en su etapa madura o senior.
  2. Nutrición equilibrada: debe ser siempre completa y balanceada según los requerimientos nutricionales de tu mascota que varían según su etapa de vida, tamaño corporal, nivel de actividad física diaria, estadio fisiológico, entre otras variables que el veterinario definirá en cada caso.
  3. Disponibilidad de agua: tu perro debe tener siempre acceso a una fuente de agua limpia y fresca. Si hay más de uno en el hogar, cada uno debe tener su propio recipiente.
  4. Espacio físico: los perros, en particular cuando jóvenes, necesitan contar con suficiente espacio para realizar actividad física, consumir energía y mantenerse fuertes y saludables.
  5. Adiestramiento correcto: para mejorar la convivencia en el hogar, o evitar accidentes por desobediencia, procura el adiestramiento adecuado de tu mascota, en particular durante sus primeros meses de vida.
  6. Dedicación suficiente: en tanto animales gregarios, los perros necesitan compartir varias horas del día con el grupo familiar humano al que pertenece. Dedícale suficiente tiempo y atención.
  7. Juegos y recreación: en forma directamente proporcional con su inteligencia, los perros deben canalizar su capacidad lúdica a través de juegos y actividades recreativas. Procura el enriquecimiento de su ambiente con objetos que le permitan realizar estas actividades sin riesgos para su integridad.
  8. Lugar adecuado: el sitio del hogar que esté reservado para tu perro debe ser confortable para su tamaño corporal, mantenerse limpio y estar protegido del frío, el calor, lluvia y de otras inclemencias meteorológicas.
  9. Identificación precisa: tu perro debe llevar consigo algún sistema de identificación que contenga los datos necesarios para que, en caso de extravío, pueda darte aviso quien lo encuentre.
  10. Responsabilidad en la vía pública: cuando pasees con tu perro por la vía pública llévalo siempre con correa, recoge y dispone debidamente las deposiciones fecales que deje.